También conocido como Bronceado artificial, o exógeno.

Consiste en la aplicación del producto sobre la piel de manera regular. Produce un oscurecimiento de la piel muy próximo al natural, que se consigue sin exposición del cuerpo a la luz solar. Esta coloración artificial se pierde progresivamente, a medida que la piel se escama y se regenera y por ende, para mantenerlo es necesario renovarlo regularmente .

El autobronceado se basa en productos químicos aplicados sobre la piel que reaccionan con los aminoácidos de las queratinas cutáneas más superficiales con mecanismo de copulación, por el cual se provoca la formación de un pigmento oscuro, denominado Melanoidina, el cual es química y genéticamente diferenciado de la melanina.

Es muy importante que tengas presente siempre que no es lo mismo un cosmético de protección solar  y un bronceador exógeno, ya que mientras que el primero protege de la incidencia de los rayos solares sobre la piel, el segundo procura una pigmentación artificial, tiñendo las capas superficiales de la misma.

La aplicación del autobronceado debe realizarse por un profesional competente para lograr un buen tono y una aplicación uniforme. Adicionalmente, el profesional está obligado a explicar los cuidados adicionales para la adecuada protección solar y así evitar efectos negativos como manchas o enrojecimiento por radiación solar.